Un equipo internacional de investigadores informa esta
semana en la revista Nature que la actividad de los agujeros negros
que están próximos y activos se puede detectar por la luz visible
durante sus estallidos o explosiones. Con un simple telescopio de 20
centímetros.
Ahora sabemos que podemos hacer estas observaciones
basadas en luz visible, y que los agujeros negros se pueden observar
sin necesidad de potentes telescopios de rayos X. Explica el autor
principal, Mariko Kimura.
Los resultados del equipo confirman que los rayos
ópticos proporcionan datos de observación fiables para seguir la
actividad de los agujeros negros. La luz parpadeante que emerge de
los gases que los rodean sirve de indicador.
En este caso el objeto de estudio ha sido V404 Cygni,
uno de los sistemas binarios más próximos a la Tierra formado por
un agujero negro y una estrella compañera en órbita ligeramente
menos masiva que el Sol. Después de 26 años inactivo, este sistema
‘despertó’ el 15 de junio 2015 y experimentó este tipo de
explosión.
Una vez cada varias décadas, sistemas binarios como
este sufren ‘estallidos’, en el que enormes cantidades de energía
se emiten desde el material que cae en el agujero negro.
Las actividades de los agujeros negros se observan
normalmente a través de los rayos X que se generan en las partes
internas de estos discos de acreción, donde las temperaturas
alcanzan los 10 millones de grados Kelvin o más.
Con los análisis de las observaciones ópticas y de
rayos X, mostraron que la luz se origina desde los rayos X que emanan
de la región más interior del disco de acreción que rodea el
agujero negro. Luego estos rayos X irradian y calientan la región
exterior del disco, por lo que se emiten rayos ópticos y, por lo
tanto, se hace visible para el ojo humano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario