Los
agujeros negros no existen, al menos, no tal como los conocemos. Lo ha
dicho el prestigioso físico Stephen Hawking, cuyas declaraciones podrían
determinar una revisión de nuestras ideas acerca de uno de los objetos
más misteriosos del universo.
Un
nuevo estudio publicado por Hawking plantea la posibilidad de que los
agujeros negros no tengan «cortafuegos», destructivos cinturones de
radiación que según algunos investigadores incinerarían todo aquello que
los atraviese, pero cuya existencia ponen en duda otros científicos.
Según
la imagen más extendida, la fuerza gravitatoria de los agujeros negros
es tan enorme que nada puede escapar de su atracción, ni siquiera la
luz, y por este motivo se llaman «agujeros negros». El límite más allá
del cual se supone que nada puede regresar se denomina «horizonte de
sucesos».
Sin horizonte de sucesos
Para
resolver la paradoja, Hawking sugiere ahora que los agujeros negros no
tienen un horizonte de sucesos, por lo que no destruyen la información.
«La
ausencia de horizonte de sucesos significa que no hay agujeros negros,
en el sentido de sistemas de los que no puede escapar la luz», escribió
Hawking en un artículo publicado en la red el 22 de enero. El artículo
se basa en una conferencia que dio él mismo en agosto del año pasado en
un seminario organizado por el Instituto Kavli de Física Teórica, en
Santa Bárbara, California.
Hawking
postula que, en lugar de horizonte de sucesos, los agujeros negros
poseen un «horizonte aparente», detrás del cual la materia y la energía
quedan atrapadas solo temporalmente, ya que pueden reemerger en forma de
radiación. Esa radiación contiene toda la información original sobre lo
que ha entrado en el agujero negro, pero dispuesta de una manera
radicalmente diferente. Puesto que la información saliente está
desordenada, escribe Hawking, no existe ningún medio práctico de
reconstruir lo que ha entrado a partir de esa información. El desorden
es atribuible a la naturaleza caótica del horizonte aparente, que en ese
sentido se podría comparar con el tiempo meteorológico en la Tierra.
Según
Hawking, no podemos reconstruir un objeto que ha caído en un agujero
negro sobre la base de la información que escapa de su interior, del
mismo modo que «no podemos predecir el tiempo con más de unos días de
antelación».
Sin cortafuegos
El
razonamiento de Hawking contra el horizonte de sucesos también parece
eliminar los llamados «cortafuegos», abrasadoras zonas de intensa
radiación situadas en el horizonte de sucesos o sus proximidades, cuya
existencia han propuesto recientemente algunos científicos, en medio de
una considerable controversia.
Para
comprender la importancia de esta revisión, merece la pena recordar que
hace algunas décadas Hawking reveló que los agujeros negros no son
completamente «negros», sino que emiten radiación más allá del horizonte
de sucesos, porque la energía de su campo gravitatorio determina la
aparición espontánea de pares de partículas en el vacío circundante.
Con
el tiempo, la producción de la llamada «radiación de Hawking» hace que
el agujero negro pierda masa o incluso que se evapore por completo.
Según
esta teoría, los pares de partículas creados alrededor del agujero
negro deben estar entrelazados, lo que significa que el comportamiento
de cada una de las partículas de un par está relacionado con el de la
otra, con independencia de la distancia. Uno de los miembros de cada par
cae en el agujero negro, mientras que el otro escapa.
Jorge Ramiro López
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