Algunas formas de hacerlo son las siguientes:
-Manipular la dinámica orbital de los planetas:
Las dinámicas orbitales de nuestro Sistema Solar son muy frágiles. Se estima que hasta la más mínima perturbación puede alterar estas órbitas de forma caótica y potencialmente peligrosa.
-Maniobrar torpemente un motor Warp:
(Un motor Warp es una forma teórica de propulsión superlumínica. Este empuje permitiría propulsar una nave espacial a una velocidad equivalente a varios múltiplos de la velocidad de la luz, mientras se evitan los problemas asociados con la dilatación relativista del tiempo.)
Un motor warp funcionaría generando una burbuja de energía negativa a su alrededor, expandiendo el espacio y el tiempo detrás de la nave y reduciéndolo delante para viajar más rápido que la luz.Pero esta burbuja causa mucho daño.
-Un accidente con un agujero negro artificial:
En 2005, el físico nuclear iraní Mohammad Mansouryar diseñó una forma de crear un agujero de gusano transitable. Su teoría explicaba que si se creaban las suficientes partículas de materia extraña se podía crear una de estas singularidades.
Andreas Sandberg apunta algunos de los inconvenientes graves de esta teoría:En primer lugar, los agujeros de gusano necesitan una relación masa-energía equivalente a la de un agujero negro del mismo tamaño. En segundo lugar, los bucles temporales podrían causar que las partículas virtuales se vuelvan reales y causen un efecto cascada en el agujero, lo que no sería nada bueno para lo que haya en las inmediaciones. Por último, pon uno de los extremos cerca de una estrella y puedes destruirla, vaciando toda su radiación en otra región del espacio y aniquilando cualquier forma de vida que pueda haber en un sistema como el nuestro.
Marta de la Torre Roca
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